Lunes 24 de Julio de 2017

Para llegar a Nikko en tren desde Tokio hay dos compañías: la línea Tobu que va directo y la JR que se necesita hacer transbordo en Utsonomiya. Como nosotros tenemos aún activo el JR Pass, elegimos la opción de JR así que cogemos el Shinkasen que sale a las 9:22 de Ueno, esta vez sin asientos reservados (era la primera vez que montábamos en Shinkansen sin asientos reservados, pero aunque había bastante gente sí que había sitios libres), y a las 10:10 llegamos a Utsonomiya para hacer el transbordo al tren de JR. Este segundo trayecto de Utsonomiya a Nikko es de casi una hora y el tren es tipo metro, es decir, con unos pocos asientos a los lados y un pasillo en el medio para ir de pie así que conviene coger sitio para sentarse.

Cabina del tren JR hacía Nikko

Llegamos a Nikko y en la taquilla de la estación compramos los pases de bus de 1 día, World Heritage Sightseeing Pass, por 500¥ cada uno. Merece la pena coger el pase, porque un billete sencillo desde la estación hasta la zona de templos cuesta aproximadamente unos 300¥ (dependiendo la parada en la que bajes), así que simplemente con el viaje de ida y el de vuelta lo amortizas de sobra. Además Nikko está lleno de cuestas así que ahorrarás también en agujetas. En la misma entrada de la estación paran los buses, así que cogemos el Sightseeing bus y nos bajamos en la parada que nos deja más cerca del templo Toshogu. Justo al lado de la parada hay un parking bastante grande con autocares y un montón de coches así que ya nos vamos mentalizando de que va a haber bastante gente… Tuvimos que hacer cola para coger la entradas, que fueron 1300¥ cada una (unos 10€).

El templo es bastante grande, con varias zonas y todo rodeado de vegetación. Es de un estilo un poco mas recargado que otros templos que hemos visto, con más oro y más figuras de colores decorando los pabellones. Tuvimos mala suerte porque coincidimos con varios grupos de excursiones de colegio así que estaba todo lleno de niños y había que hacer cola para entrar a los templos que encima estaban llenos de gente.

Pagoda del templo Toshogu

Desde el templo subimos al mausoleo de Tokugawa Ieyasu. El mausoleo en sí no tiene demasiado que ver, es pequeño y muy austero, pero el camino hasta llegar a él merece mucho la pena, unas preciosas escaleras de piedra cubiertas de musgo y rodeadas de arboles enormes.

Sobre las 13:20 ya salimos del templo y fuimos dirección a la calle principal para comer, pasando antes por el puente Shinkyo. No cruzamos por el puente Shinkyo (hay que pagar entrada), sino que cruzamos por el puente por el que pasan los coches y así pudimos tener una preciosa vista del puente Shinkyo, con las montañas de fondo y una bonita niebla formada por la humedad del río. Muy chulo.

Desde allí nos acercamos al Bar de Nikko a comer un Omurice. El bar es muy pequeñito y estuvimos solos todo el tiempo. Pagamos en torno a 4000¥ por dos platos de Omurice y dos cervezas artesanas (800¥ cada una). El Omurice de salsa blanca estaba muy bueno pero el de curry estaba impresionante!

Bar de Nikko

Omurice de curry en el bar de Nikko

Ya que teníamos el bono de autobús decidimos subir hasta el templo que se encuentra más alto y desde allí bajar andando. A las 14:54 ya estábamos en el santuario Futarasan. Es pequeñito, se ve en unos 15 minutos, es mucho mas tranquilo que el templo Toshogu y tiene unos rinconcitos muy interesantes.

Decidimos no visitar el templo Taiyū-in donde se encuentra el mausoleo de Iemitsu, y fuimos caminando cuesta abajo hasta el templo Rinnō-ji. Sobre las 15:30 ya estamos allí. El templo está en obras completamente cubierto por una estructura y la entrada cuesta 400¥. Las obras comenzaron en 2007 y terminarán en 2019. La verdad es que nos gustó casi más verlo en obras, porque te explican cómo hacen la restauración (todo con fotos, no hay ni un solo texto en inglés), te dejan subir por la estructura hasta ver el tejado, e incluso aportando un donativo te permiten firmar el interior de una de las tejas con las que van a hacer la restauración. Muy interesante, merece la pena ver esa fase de restauración tan común en los templos de Japón.

Estructura de las obras de restauración del templo Rinnoji

A las 16:00 ya estábamos yendo hacia el bus de camino al abismo de Kanmangafuchi. Empezó a llover así que como no había prisa (el abismo no cierra y aún había luz) decidimos tomar un café con hielo y una limonada en una cafetería cercana a la parada de bus, Lancatlgue Cafe. El lugar es un pelín raro, se encuentra en ese fino límite entre lo vintage y lo cutre, pero las bebidas estaban buenas y aunque un poco caro, bien preparado.

Café con hielo y limonada en Lancatlgue Cafe Nikko

Justo el local de debajo vendía los cheese eggs de Nikko que queríamos probar, pero nuestro gozo en un pozo cuando vamos a entrar y nos dice la señora que ya estaba cerrado. Eran las 16:57!! En 3 minutos perfectamente podíamos haber entrado, pagado el cheese egg y estar ya fuera… una pena. Como ya nos quedamos con las ganas fuimos a un par de tiendas más en esa misma carretera y todas cerradas, así que nos quedamos sin probar el cheese egg :(.

El camino hasta el abismo de Kanmangafuchi se hace muy fácil, es muy liso y parece hasta corto (son unos 15 minutos nada más). Con el google maps no tiene pérdida, cruzas el puente sobre el río, continúas por una zona residencial y enseguida llegas una especie de rotonda donde te indican el camino de tierra que tienes que coger para llegar al abismo.

Cartel que indica la entrada al abismo de Kanmangafuchi

Merece la pena sin duda ver este paseo, es súper chulo, con el río corriendo a un lado y las estatuas Jizo al otro. Es casi lo que más nos gustó de Nikko.

Cogimos a las 17:55 el bus en la parada 8. No era la línea de autobús de World Heritage (según los papeles parece que en esa parada no para el Word Heritage) pero también nos dejaba en la estación de tren de JR y nos servía el pase. En la estación cogimos el billete para el siguiente tren que salía a las 18:21.


A las 20:15 ya estamos en Ueno y decidimos ir primero al hotel para ducharnos después de todo el día caminando. Después de una ducha y de un pequeño descanso salimos a cenar a uno de los locales de la famosa cadena Sushi Zanmai que hay en Ueno. La cuenta nos salió por unos 6000¥ los dos (aprox. 50€), y la verdad es que el sushi que comimos en Kyoto estaba muchísimo mejor. Aunque la calidad del pescado se notaba excepcional en ambos sitios, el de Kyoto estaba mucho más equilibrado en cuanto a las cantidades de arroz, pescado y wasabi. Lo mejor de este sitio es que abren 24 horas!

Restaurante sushi Zanmai de Ueno

Varios tipos de sushi en Sushi Zanmai

Nuestras puntuaciones:

Templo Tōshō-gū 8
Puente Shinkyo 9
Restauración del Templo Rinno-ji 8
Santuario Futarasan 7
Abismo Kanmangafuchi 10

Aquí os dejamos el mapa con todos los sitios que nosotros visitamos en Nikko y algún otro que llevábamos anotado pero que al final no vimos

Nuestros favoritos Imprescindible
Interesante
Prescindible
Muy bueno
Normal
Malo
Lugares/Restaurantes que parecen interesantes pero que no hemos visitado